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CUIDADOS DE LA PIEL DEL BEBE
La piel del bebé presenta unas características propias que la diferencian del adulto por su falta de maduración y por tanto de protección.
En el momento de nacer, la piel es resbaladiza por estar recubierta por una sustancia grasa, llamada vérnix caseoso. Esta capa representa la protección fisiológica del recien nacido y procede de la secreción de las glándulas sebáceas de los productos de descomposición de la epidermis y sustancias derivadas del líquido amniótico. La flora cutánea comienza a aparecer poco después del nacimiento, y en pocas semanas se ha formado la mayor parte de la flora cutánea normal del adulto.
CARACTERISTICAS DE LA PIEL
la epidermis es más delgada, sobre todo la capa córnea, siendo la unión dermoepidérmica especialmente débil lo que predispone la aparición de erosiones y ampollas. El pelo es fino y se encuentra al nacer en fase telógena.
Las glándulas sebáceas están bien desarrolladas, formando una película de sebo superficial rica en triglicéridos, ácidos grasos, ésteres de ceras y bajo en colesterol que progresivamente va aumentando hasta alcanzar valores normales. Las glándulas sudoríparas cerinas aumentan hacia el tercer día y rápidamente alcanzan su función como en el adulto a los dos años de edad. Existe una disminución de la capacidad inmunológica propia del recien nacido y que progresivamente alcanza los niveles normales del adulto.
El sistema neurovascular también precisa un tiempo de maduración hasta su normal funcionamiento.
Todos estos aspectos fisiológicos hacen que en el recien nacido exista una disminución de resistencia cutánea frente a los agentes externos lo que favorece se presenten unas patologías frecuentes y propias de este período.
LESIONES FISIOLOGICAS DEL RN
Es frecuente en el recien nacido la aparición de lesiones cutáneas que tienden a involucionar espontáneamente, entre ellas encontramos:
Eritema neonatorum: es el eritema fisiológico del recien nacido, producido por la falta de adaptación vascular al medio. Es más o menos intenso, dependiendo de la variación de temperatura y la eliminación previa del vernix caseoso, puede durar varias horas, y en ocasiones tomar un color rojo violáceo que se incrementa con el llanto.
Milium del RN: son pequeñas lesiones blanquecinas en nariz, mejilla, mentón y frente, producida por la obstrucción del orificio pilosebáceo por sebo y queratina. Desaparece espontáneamente.
Miliaria o sudamina: pueden ser pequeñas y cristalinas (miliaria cristalina) y rojas (miliaria rubra). Producida por retención del sudor al obstruirse los conductos sudoríparos. Es aconsejable evitar el calor y humedad excesiva, así como el exceso de ropa. Los baños deben hacerse con jabones suaves y pastas acuosas.
Costra láctea: Son pequeñas escamas o costras en el cuero cabelludo que se eliminan fácilmente con el baño diario o preparados a base de ácido salicílico a baja concentración.
Cutis marmorata: es un moteado azul reticular que aparece como respuesta al frío y es debido al deficiente funcionamiento del sistema nervioso autónomo sobre los vasos sanguíneos. Desaparece al cabo de algunos días de forma espontánea.
Mancha mongólica: son lesiones de color azul-grisaceo de tamaño variable y localizada en región sacra. Tienden a regresar espontáneamente y no tienen ninguna relación con el retraso psicomotriz.
Existen además unos procesos dermatológicos muy frecuentes en el lactante pero que no se pueden englobar dentro del anterior grupo de erupciones fisiológicas. Son: el eczema seborreico, la dermatitis del pañal y el eczema atópico.
Eczema seborreico
Es una afección inflamatoria, aguda y autolimitada, muy frecuente que aparece en los tres primeros meses de vida. Existen formas leves y otras más graves que requieren la atención médica.
Se localiza preferentemente en áreas seborreicas del adulto (cuero cabelludo, centro-facial, retroauricular y pliegues), en ocasiones haciéndose extensa al resto del cuerpo.
Son lesiones eritemato-escamosas, en ocasiones exudativas, de inicio en pliegues y cabeza. Evoluciona favorablemente a las pocas semanas. Es aconsejable el uso de jabones suaves y aceites vegetales para desprender las escamas, en caso de hacerse más extensa acudir al facultativo.
Dermatitis del pañal
La dermatitis causada por los pañales es uno de los problemas más frecuentes en los dos primeros años de vida. Es una inflamación de la piel por contacto oclusivo de la orina y heces abarcando en ocasiones toda la zona cubierta por el pañal.
El uso de pañales, generalmente recubiertos de material plástico impide la aireación y aumenta la temperatura y la humedad de esta zona facilitando la degradación de urea y producción de amoníaco, lo que conlleva un incremento del pH de la orina y la facilidad para la sobreinfección.
La piel aparece húmeda, roja y exudativa, en ocasiones modificadas por la presencia de grietas en el fondo de los pliegues sugestivas de sobreinfección por Candidas. La aparición de ampollas que tienden a romperse fácilmente la hacen más sugestiva de sobreinfección por Staphyloçoccus.
Los cuidados irán principalmente dirigidos a eliminar estos factores causales:
—Cambio frecuente de pañales para mantener seca esta superficie cutánea.
—Descartar posible intolerancia a los pañales desechables, si es necesario recurrir a los de algodón.
—Lavar sin jabón, con agua tibia y secando delicadamente sin frotar.
—Utilizar sustancias protectoras, cremas, emulsiones que lubrifiquen sin ocluir y polvos que absorban la humedad.
El óxido de zinc es un excelente protector y con ciertas propiedades antisépticas, la vaselina, lanolina, el bálsamo de Perú, siliconas y vitaminas están presentes en múltiples preparados farmacológicos indicados para esta patología tan frecuente.
—Utilizar sustancias preventivas, epitelizantes, que ayuden al principio para que la afección no se establezca.
Dermatitis atópica
La dermatitis atópica es una inflamación pruriginosa crónica de la piel asociada la mayoría de las veces con antecedentes personales y familiares de asma, renitis alérgica o fiebre del heno, conocida como constitución atópica.
Se inicia habitualmente después de los tres primeros meses de vida, lo que permite diferenciarla de otros eczemas del lactante, posteriormente tiene una evolución secuencial durante toda la infancia.
El niño atópico presenta una piel seca de forma generalizada, con hiperqueratosis folicular de predominio en cara posterolateral de extremidades y en regiones glúteas. En las formas agudas se presentan lesiones eritemato-descamativas en mejillas y frente, dejando libre la zona centro facial, también pueden aparecer lesiones en cuero cabelludo y en el resto del cuerpo con predominio en pliegues.
El niños atópico se irrita fácilmente, llora y no duerme. Todo ello configura la llamada dermatitis atópica precoz del lactante que en sus formas fruste o leves tan sólo con cuidados especiales el lactante se verá beneficiado y en sus formas más agudas precisará el tratamiento médico específico.
Los cuidados que requiere la piel de un bebé atópico son las de una piel seca, delicada y sumamente sensible a cualquier sustancia extraña o cambio de temperatura, por lo que estos cuidados irán encaminados a mantener el manto hidro-pilídico en equilibrio con una buena hidratacion que aumente la resistencia a las agresiones externas y con ello la no aparición de lesiones.
• Evitar factores conocidos que agraven el proceso, como jabones alcalinos, lanas, polvo, etc.
• Es aconsejable llevar las uñas cortas para evitar el rascado.
• Utilizar prendas delicadas compuestas de materias naturales, evitando que le ajusten sobre todo en las zonas de roce.
• Evitar los climas extremos, así como los baños de agua muy caliente o muy fria.
• Utilizar baños emolientes compuestos de avena y aceites vegetales que en forma de pastilla, jabón líquido o baño coloidal hacen que la piel del bebé permanezca libre de impurezas a la vez que bien hidratada.
• Los aceites y cremas protectoras ricas en ácido láctico, colesterol, vaselina, glicerina, etc. se deben aplicar siempre después del baño, lo que ayudará a mantener el equilibrio hidrolipídico cutáneo, evitando así la aparición de los temidos eczemas que requerirán el tratamiento médico específico.
CUIDADOS COSMETICOS
La piel del bebé requiere unos cuidados especiales que van desde la higiene diaria a la protección de posibles afecciones.
— Se utilizarán jabones suaves formulados con ingredientes no irritantes y champús de cabello con tensioactivos de bajo índice de irritación corneal.
— Los perfumes serán hipoalérgicos y no se colocarán directamente sobre la piel.
— Debe evitarse la radiación solar, si es preciso utilizar protectores solares tipo pantalla especiales de niños.
— Las prendas se lavarán con jabones poco agresivos y con un buen aclarado, evitar el uso de suavizantes por estar en contacto directo con la piel del niño.
Los cosméticos para bebés son especialmente de protección, ya que la piel no ha desarrollado totalmente su sistema de defensa, por lo que es fácil la agresión de cualquier sustancia.
El roce constante de los pañales y la humedad favorece la característica dermatosis del bebé que hemos visto. Es necesario el estricto control de calidad de las sustancias utilizadas en los preparados, así como el estudio bacteriológico de posibles contaminaciones. De esta forma se obtendrán preparados inocuos y seguros para la utilización en este tipo de piel tan delicada. Se presentan en diferentes formas:
Lociones y cremas
Emulsiones que facilitan la limpieza sin comprometer la transpiración, hidratan la piel y la protegen.
Aceites
Hacen una película que la aisla del medio ambiente y del contacto con secreciones. Se utilizan también para la limpieza de la piel.
Aceites vegetales, y la vaselina líquida son los más empleados, en formulaciones. Se añaden esteres como el miristato o el palmitato de isopropilo, y derivados de lanolina, alcoholes grasos, siliconas fluidas, etc.
Talcos y polvos
Son sustancias que absorben la humedad y aislan la zona de roces, agresivos, produciendo un efecto refrescante.
El principal compuesto es el trisilicato de magnesio. Otros como el caolín, estearato de magnesio, carbonato de magnesio, anhídrido salicílico coloidal, óxido de zinc, también son muy utilizados por su mayor capacidad de absorber humedad.
Jabones y champús
Los jabones utilizados para la piel del bebé deben tener un índice bajo de alcalinidad y producidos con sustancias naturales de la mejor calidad.
Jabones de glicerina, de avena, y otros estractos vegetales, son los preferidos por su mayor efecto suavizante sobre la piel.
Los champús se caracterizan por la calidad y concentración de los tensioactivos empleados con bajo índice de irritación ocular y que resulten agradables y de fácil manejo para la madre.
BIBLIOGRAFIA
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- Fitzpatrick T.B. «TEXT BOOK OF DERMATOLOGY». Dermatitis atópica. USA, 1987.
- Armijo M., Camacho F. «DERMATOLOGIA». Edic. C.E.A. Madrid, 1987.
- Martin R. «HIGIENE Y CUIDADO DE LA PIEL DEL BEBE». El Farmacéutico 74 (47-58).
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